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Los 12 de la Santa Cruz


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4 comentarios ,Deja tu comentario
Maritza Rodríguez dijo...

realmente muy emotivo el pre estreno ...producto de todo ese mar de sentimientos...este texto...un amoroso abrazo.

Maritza Rodríguez M.



Una sola piel

Como empezar a escribir y conquistar desde las letras un recuerdo, un dolor antiguo, una hermandad sellada por la sangre y las lagrimas, como actualizar el pasado desde una idea que se gesta a diario….tal vez diciendo que cualquier mínimo asomo por llevar al papel la amargura es solo eso, un intento, un mínimo lance poético que pretende sino salvar las vidas ya perdidas, por lo menos, conservar las presencias que no mueren.

El dolor y las lágrimas nos hermanan con más intensidad que nos separan tantas diferencias inventadas por el hombre, casi todas producto de su avasallante deseo de poder y la locura sinuosa que este produce; fronteras, límites y demarcaciones físicas no impiden que el abrazo se done como se comparte el aire y el cielo azul y en eso los niños y las flores nos aventajan.

América Latina es un tejido de colores unido en sus pliegues por la alegría de su música, la inconmensurable belleza de sus paisajes y aromas y el drama de sus pueblos; travesados por historias que cada día reacomodan nuestro sentido identitario y que nos hace compartir el nudo en el estomago y el vomitivo rechazo por quienes levantan su brazo para descargarlo sobre las cabezas inocentes de hombres, mujeres y niños simples de este territorio abandonado por Temis. Por cada niño que sufre los horrores de la injusticia en la lejanía profunda de Coicoyán de las Flores, en el estado de Oaxaca en México , hay otro que hace eco a su pena en algún pueblito perdido del Chaco argentino, por cada madre que reclama por su hijo en la honrosa Plaza de Mayo hay otra que le contesta en la Plaza del municipio de Soacha a pocos kilómetros de la capital colombiana; por cada 30.000 desaparecidos bajo el yugo de la dictadura hay miles y miles y miles de voces que hacen coro a su angustia en casi todos los rincones de América, El Salado, Bojayá, Mapiripán en Colombia, Warizata en Bolivia, o Puerto Montt en Chile… por cada hombre que espera en la vera de su casa la llegada de su madre que no tendría que haberse ahorrado a la fuerza todos los besos que no pudo darle, hay una mamá argentina en Honduras que convencida de su lucha rodea desde la distancia a sus hijos con el abrazo tierno que sólo una madre puede extender a lo largo de todo un continente si es necesario…si pudiéramos hacer un radiograma de los abrazos maternos que atraviesan en nuestra América veríamos infinitas líneas entrecruzadas desde el Perú, Paraguay, Honduras, Bolivia, Colombia, Guatemala, Chile, Surinam, Nicaragua, Argentina, Belice, Uruguay, México, Panamá, Venezuela, Guayana, Brasil y miles de manos que se tocan desde la distancia…

Para la pena una lágrima, para la muerte sólo la esperanza… para la vida: soñadores, visionarios, románticos, quiméricos, músicos, cineastas, escritores, poetas, maestros, convencidos, idealistas y niños con eso es más que suficiente.-

http://maritzarodriguez.wordpress.com/2009/10/01/una-sola-piel/

Anónimo dijo...

Es muy loco, pero me quedé pensando en la ignorancia que tendrian los ejecutores de los secuestros,o sea los llamados "grupos de tareas", mas alla de lo morbosos y asesinos que fueran, me da la sensacion de que no sabian quien carajo era el "enemigo" para ellos eran los "zurdos" y bajo ese mote podrian estar un montonero "enfierrado", una monja, una ama de casa, un estudiante, un obrero o cualquiera que tuviera en su cabeza la marxista idea de ayudar al otro. Eso le decia a Maritza cuando me contaba que los paramilitares mataron un pueblo entero por que se decia que ayudaban a la guerrilla, o sea, como puede un tipo hacer semejante salvajada sin ni siquiera saber a quien estaba matando. En el documental chileno "Estadio Nacional" cuentan que los guardias no sabian porque carajo estaban los presos detenidos en el esatadio. No se, pero esa es la idea que me quedó dando vueltas en la cabeza.

marsou dijo...

El Padre Bernardo dice: "no vale la vida porque murieron... Murieron porque la vida valía".

Me quedo con esta idea: la vida vale la alegría.

Gracias por el documental.

aquellascosas dijo...

Un lugar de la reflexión y del crecimiento espiritual se hace carne al decir que no han podido con la muerte, a pesar del sufrimiento están de nuevo de donde no debían ser arrebatadas. Cuanto dolor!.